La palabra escatología es una palabra que representa o significa el estudio de las ultimas cosas. Las ultimas cosas se refiere a que sucede cuando fallecemos, cuando morimos. Como seres humanos siempre tenemos la curiosidad por las ultimas cosas. Quizás tú también tienes curiosidad o una inquietud por saber sobre las ultimas cosas; ¿que son la muerte, el juicio final, el infierno y el cielo?
La iglesia nos enseña que inmediatamente cuando morimos, nuestra alma se separa del cuerpo. El cuerpo se entierra o es cremado pero el alma se encuentra con Dios donde recibe el juicio personal. El juicio final llega al final de todos los tiempos y nuestras decisiones que tomamos en la tierra mientras vivíamos nos llevan al cielo, purgatorio o infierno.
Cuando nos encontremos frente a Dios para el juicio, no debería haber sorpresas. Dios simplemente va a confirmar y juramentar la decisión que nosotros mismos tomamos en vida. La decisión que tomamos es simplemente si cuando vivimos amamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como Dios nos ama.
Me gustaría describir brevemente las ultimas cosas:
Juicio
Hay dos juicios después de nuestra muerte. El primer juicio es el juicio personal o particular. Este juicio ocurre inmediatamente después de tu muerte. Esto es cuando el cuerpo físico se separa del alma. El segundo juicio se considera el ultimo juicio o el juicio final. Este juicio tomara lugar al final de los tiempos, donde todos los seres humanos se verán con Dios. La iglesia nos enseña sobre los juicios en el catecismo número 1040.
El Juicio final sucederá cuando vuelva Cristo glorioso. Sólo el Padre conoce el día y la hora en que tendrá lugar; sólo Él decidirá su advenimiento. Entonces Él pronunciará por medio de su Hijo Jesucristo, su palabra definitiva sobre toda la historia. Nosotros conoceremos el sentido último de toda la obra de la creación y de toda la economía de la salvación, y comprenderemos los caminos admirables por los que su Providencia habrá conducido todas las cosas a su fin último. El Juicio final revelará que la justicia de Dios triunfa de todas las injusticias cometidas por sus criaturas y que su amor es más fuerte que la muerte (cf. Ct 8, 6).
Durante el juicio particular o personal nuestro cuerpo y alma están divididos, pero después del juicio final el cuerpo y el alma se reúnen. El juicio final es una representación publica de la gran victoria de Dios sobre el mal y el pecado.
Purgatorio
El purgatorio es un periodo o una etapa de purificación. Es correcto decir que todo el que muere en amistad con Dios, o todo el que muere en la gracia de Dios tiene la certeza del cielo. Pero para entrar al cielo tenemos que estar libre de todo pecado y de toda atadura a las cosas creadas o materiales.
Jesús nos dejo una tarea bien difícil para nosotros cumplir por nuestra cuenta. El no nos dijo que seamos buenos, o que vivamos una vida buena, el nos dijo que seamos santos, que seamos perfectos.
Mateo 5:48 “Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.”
Dios nos dice en su palabra que solo los santos y los puros pueden estar ante su presencia, por esta razón tenemos que estar libres de toda atadura y pecado antes de entrar al cielo. Es una tarea difícil si lo queremos cumplir por nuestra cuenta, pero si cooperamos con la gracia de Dios y dejamos que el Espíritu Santo obre en nosotros podemos obtener la perfección moral.
Todas las almas que se encuentran en el purgatorio van en camino al cielo, estas almas no pueden ir al infierno, solo al cielo. Eso es porque estas almas murieron en la gracia de Dios y solo se están purificando o limpiando de cualquier atadura para presentarse ante Dios limpia y pura.
El Infierno
El apóstol Pablo nos enseña en las escrituras que Dios es un Dios de Amor y anhela la salvación de todos.
1Timoteo 2:4 “porque él quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.”
Pero a la ves es un Dios justo y aquellos que escogen libremente estar lejos de Dios o no quieren una eternidad con Dios, el los deja vivir una eternidad en exilio. A los que escogen estar fuera de la gracia de Dios, inmediatamente después de su muerte sus almas descienden al infierno donde sufren el castigo del fuego eterno.
Encontramos personas que quizás no creen en la existencia del infierno y quizás tu no estas muy seguro(a) de la existencia del infierno. Pero Dios nos menciona la existencia del infierno claramente en su palabra, te invito a leer lo siguiente:
Mateo 25:31-46
“Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: “Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver”. Los justos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, ¿y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, ¿y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?”. Y el Rey les responderá: “Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo”. Luego dirá a los de su izquierda: “Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron”. Estos, a su vez, le preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?”. Y él les responderá: “Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo”. Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna».”
En esta lectura Dios nos habla claramente del fuego eterno preparado para los demonios, y sobre el castigo eterno. Así como el cielo es eterno, el infierno es eterno también.
El Cielo
El cielo es el fin y realización de los deseos mas profundos del hombre. El cielo tiene un nivel de personalidad para cada persona. La biblia nos dice que el nivel de felicidad de las personas será en diferentes grados basados en la vida que vivimos.
Romanos 2:5-6
“Por tu obstinación en no querer arrepentirte, vas acumulando ira para el día de la ira, cuando se manifiesten los justos juicios de Dios, que retribuirá a cada uno según sus obras.”
Otra forma de pensarlo es que todos somos vasijas de Dios y queremos o necesitamos estar llenos de él. Cada vasija recibe una cantidad de Dios basado en la capacidad de cada vasija, por lo tanto, si yo tengo la capacidad de un vaso, Dios me llena el vaso y si tu tienes la capacidad de una jarra, Dios te llena la jarra. El cielo es igual, en el cielo vamos a recibir o a tener la plenitud de Dios según nuestra capacidad. Por lo cual podemos concluir que el cielo es la plenitud de nuestra humanidad. Fuimos creados para vivir en la plenitud con Dios, y eso precisamente es el cielo. Es vivir con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo por toda una eternidad. Es vivir en harmonía y felicidad con Dios. La plenitud de tu vida solo se obtiene por medio de Dios, pero cada uno de nosotros tendrá esa plenitud en diferentes niveles de acuerdo con nuestra capacidad. Pero como nuestra “vasija” va a estar llena o plena, no tendremos necesidad de nada mas en el cielo.
Recuerda
El cielo es nuestro hogar verdadero, estamos en la tierra como peregrinos, pero el infierno es verdadero y es una opción para aquellos que eligen no pasar la eternidad con Dios. La opción es nuestra de donde queremos pasar la eternidad, todo basado en como vivimos nuestra vida. Al fin del mundo vendrán los juicios, el cielo (el purgatorio) o el infierno. La pregunta es como amamos a Dios y como amamos a nuestro prójimo. En su gran misericordia Dios nos ofrece la oportunidad del purgatorio, para ser purificados en nuestro camino al cielo. Dios está ahí para ti, te espera, te anhela. El quiere lo mejor para ti, por lo cual quiere que llegues a la plenitud eterna.