Reflexión de Amor: Como recibir la sanación, La Hemorroisa


Una historia popular en la biblia es la historia de la hemorroisa, la historia de una mujer enferma en busca de sanación.  Me gustaría que reflexionemos un poco sobre esta lectura en el evangelio.  Esta es la lectura:

Marcos 5:25-34

25 Había una mujer que padecía de flujo de sangre por doce años. 26 Había sufrido mucho a manos de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía sin provecho alguno, sino que al contrario, había empeorado.

27 Cuando ella oyó hablar de Jesús, se llegó a El por detrás entre la multitud y tocó Su manto. 28 Porque decía[d]: “Si tan sólo toco Sus ropas, sanaré[e].” 29 Al instante la fuente de su sangre se secó, y sintió en su cuerpo que estaba curada de su aflicción. 30 Enseguida Jesús, dándose cuenta de que había salido poder de El, volviéndose entre la gente, dijo: “¿Quién ha tocado Mi ropa?” 31 Y Sus discípulos Le dijeron: “Ves que la multitud Te oprime, y preguntas: ‘¿Quién Me ha tocado?’” 32 Pero El miraba a su alrededor para ver a la mujer que Lo había tocado[f].

33 Entonces la mujer, temerosa y temblando, dándose cuenta de lo que le había sucedido, vino y se postró delante de El y Le dijo toda la verdad. 34 “Hija, tu fe te ha sanado[g],” le dijo Jesús; “vete en paz y queda sana de tu aflicción.”

Comienza la lectura con una mujer que sufría de flujo de sangre por doce años.  Me llama la atención el numero de años por que el numero doce en la biblia es usualmente representativo de las doce tribus de Israel.  Las doce tribus de Israel formaban el pueblo de Dios, el pueblo escogido, pienso que quizás al ella durar doce años enferma tiene un simbolismo de haber sido escogida, así como el pueblo de Israel. 

Ella tenia doce años con flujo de sangre.  Es decir que tenia doce años sangrando.  La sangre es símbolo de vida, al ella estar sangrando por doce años me da la impresión de que estaba perdiendo su vida en esos doce años, quizás perdiendo su vida de una manera física, quizás de una manera espiritual, quizás de una manera social.  Física por que estar enfermos por doce años debilita, y llega al punto que el cuerpo no aguanta más.  Espiritual por que padeciendo de una enfermedad por doce años puede hacer que pierdas la fe.  Puedes llegar a pensar que Dios te abandono, puedes llegar a pensar que no tienes solución.  Social porque, en los tiempos de esta historia, cuando una mujer tenia flujo de sangre, se consideraba impura, no podía tocar a nadie, ni estar cerca de las personas por que podía contaminar, o hacer impuros a los demás.  El hecho de que ella tenia doce años en la “impureza” nos da entender que socialmente hablando estaba muy sola.  Sola porque no podía tocar a nadie, ni estar muy cerca de las personas para prevenir impureza.

Continúa diciéndonos que la mujer había sufrido mucho a manos de los médicos y había gastado todo lo que tenia sin solución.  Me imagino que, para ella salvar su salud, su espiritualidad y su vida social, ella trato de hacer todo lo posible humanamente hablando por ser sana.  Gasto hasta el ultimo centavo que tenía, y sufrió mucho por que me imagino que los doctores hicieron experimentos con ella y diferentes tratamientos porque no sabían como pararle el flujo, el hecho de que ella tenia doce años padeciendo de esto, me deja saber que seguro trato muchos tratamientos, cortos, largos y ninguno sin solución.

Increíblemente ella no perdió su fe, aunque estaba sufriendo por eso doce años, cuando escucho que Jesús se acercaba ella tuvo fe de que él la podía sanar.  Una fe tan grande que ella sabia que no necesitaba mas que tocar el borde o el manto de Jesús para sanar.  Ella se arriesgó, estuvo alrededor de la multitud que seguía a Jesús (aunque no debía por su flujo) y se atrevió a tocar su manto.  Quizás toco su manto porque pensó que al tocar su manto no le iba a transferir la impureza, quizás por que al tocar su manto pensó que el no lo notaria, quizás pensó que al tocar su manto los demás no se darían cuenta y no la acusarían.  Por cualquier razón que ella tuvo en su mente, ella se arriesgo y lo toco, pero con la fe de saber que lo único que necesitaba tocar era su manto.  Lo hermoso es que, al instante, no años después, no meses después, no minutos después, al instante ella quedo sana.  Lo que estaba sufriendo por doce años, fue sanado en un instante. 

Jesús siendo todopoderoso se dio cuenta inmediatamente de que lo tocaron y pregunto.  Los discípulos como yo tantas veces, no me doy cuenta de las cosas, y le dicen a Jesús que muchas personas lo están tocando, por la gran multitud y todos muy pegados, pero Jesús reconoce el toque de fe.  Jesús es amor, es esperanza, es fe, y al sentir ese toque con fe, el supo que era distinto.  Ella nuevamente se arriesgó, no sabía que le iban hacer, a decir o si Jesús le iba a reclamar, pero se postro antes Jesús y le confeso todo.

Un verso muy bonito:

“Hija, tu fe te ha sanado[g],” le dijo Jesús; “vete en paz y queda sana de tu aflicción.”

Jesús la llama hija, paso de ser una hemorroisa, a ser hija de Dios, ella se confesó, recibió la absolución de sus pecados con Dios, con Jesús y su confesión, su fe la sano.  Pero más que una sanación física, ella recibió una sanación interior.  Jesús le dijo “queda sana de tu aflicción” su aflicción no es solo la enfermedad física.  Era también espiritual, no estaba impura, era también una aflicción social, no estaría marginada más, podía ser parte de la sociedad sin ser rechazada.

Te invito a reflexionar en tu vida.  Cuantas veces te encuentras con situaciones en tu vida, enfermedades, desalientos, problemas económicos, problemas de trabajo, problemas familiares, depresión, vicios, soledad, tristezas y encuentras que no tienes solución, te sientes marginado, rechazado, abandonado.  Jesús te dice, ten fe en mí, y yo me encargo del resto.  Quizás tendrás que tomar riesgos, pero Dios estará contigo siempre.  El solo te pide que tengas fe, que te postres a sus pies y él te dará la sanación que necesitas, quizás tu sanación no llegue físicamente como la hemorroisa, pero Dios te sanara como el encuentre que sea mejor para ti.

Esta historia de la hemorroisa es un signo de fe verdadera y del poder de Dios cuando creemos y confiamos en él.  Veamos esta otra historia para que veamos lo inverso.

Marcos 6:1-6

Jesús se marchó de allí y llegó a Su pueblo, y Sus discípulos Lo siguieron. Cuando llegó el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos que escuchaban se asombraban, diciendo: “¿Dónde obtuvo Este tales[a] cosas, y cuál es esta sabiduría que Le ha sido dada, y estos milagros[b] que hace con Sus manos? ¿No es Este el carpintero, el hijo de María, y hermano de Jacobo (Santiago), José, Judas y Simón? ¿No están Sus hermanas aquí con nosotros?” Y se escandalizaban a causa de El. Y Jesús les dijo: “No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes y en su casa.”

Y no pudo hacer allí ningún milagro[c]; sólo sanó a unos pocos enfermos sobre los cuales puso Sus manos. Estaba maravillado de la incredulidad de ellos.

Y recorría las aldeas de alrededor enseñando.

En esta historia, Jesús esta en su pueblo, en la ciudad done el se crio. Estaba en la sinagoga predicando y los de la comunidad estaban incrédulos, porque creían conocer a Jesús desde niño y no podían creer o entender que ese niño que ellos conocían era el todopoderoso.  Jesús se fue maravillado, pero no en una forma positiva, maravillado por su incredulidad, por esta incredulidad o falta de fe, el no pudo hacer milagros. Dice que sano algunos enfermos, pero al decir que no pudo hacer milagros, quiere decir que el tenía grandes milagros preparados para ellos, pero no pudo hacerlos (o no quiso hacerlos) por la falta de fe del pueblo.

Ahora te invito a reflexionar sobre las dos historias; ¿qué diferencias ves? ¿Por qué Jesús sano a la hemorroisa, pero no hizo los milagros que quería hacer en su pueblo? ¿Y tú qué? Yo se que tienes problemas, quizás de salud, quizás sociales, quizás económicos, sea el problema o los problemas que tengas, Jesús te invita a buscarlo, a que tomes el riesgo de tocarlo, ten fe, pídele que te sane, confiésale todos tus deseos, tus problemas, tus necesidades, el te espera, el te anhela, el quiere darte lo mejor y quiere lo mejor para ti. No desmayes, ahí donde estas, habla con él, dile que lo necesitas y quieres seguirlo, que te ayude.  Quizás no sabes como expresar lo que sientes o que decir, lo bueno es que el te conoce y sabe tu intención, solo dile lo que sientes, dile que no sabes que decir y que el te guie, no tengas miedo, no te preocupes, el te espera.  Dios siempre estará contigo si tú lo deseas.

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Bendiciones

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