Metanoia significa un cambio de mente, un cambio de punto de vista. Pero no simplemente un cambio de pensar, sino que un cambio que te inspira te mueve, te lleva actuar en una forma distinta a tu original. Te mueve a cambiar, te mueve a una verdadera conversión interna y externa. La parábola del buen samaritano es una parábola bien conocida y usualmente nos enfocamos en quien es tu prójimo, no enfocamos en cómo ser mejores prójimos y en como ayudar a los demás. Pero hace poco escuche una charla del Obispo Robert Barron que me hizo pensar en la parábola de un modo distinto, por esa razón la considero parte de la serie metanoia. Metanoia por que cambia la forma de pensar y de actuar.
San Lucas 10:30-37
Parábola del buen samaritano
30 Jesús le respondió: «Cierto hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, los cuales después de despojarlo y de darle golpes, se fueron, dejándolo medio muerto. 31 Por casualidad cierto sacerdote bajaba por aquel camino, y cuando lo vio, pasó por el otro lado del camino. 32 Del mismo modo, también un levita, cuando llegó al lugar y lo vio, pasó por el otro lado del camino.
33 »Pero cierto samaritano, que iba de viaje, llegó adonde él estaba; y cuando lo vio, tuvo compasión. 34 Acercándose, le vendó sus heridas, derramando aceite y vino sobre ellas; y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón y lo cuidó.
35 »Al día siguiente, sacando dos denarios[d] se los dio al mesonero, y dijo: “Cuídelo, y todo lo demás que gaste, cuando yo regrese se lo pagaré”. 36 ¿Cuál de estos tres piensas tú que demostró ser prójimo del que cayó en manos de los salteadores?». 37 El intérprete de la ley respondió: «El que tuvo misericordia de él». «Ve y haz tú lo mismo», le dijo Jesús.
El Obispo Barron comparo la parábola del buen samaritano con la historia de salvación, pero en específico con la caída de la humanidad y la salvación de nuestro señor Jesús Cristo. ¡Desglosemos la parábola desde este punto de vista juntos!
Cierto hombre bajaba de Jerusalén a Jericó
Jerusalén es el lugar mas alto en la tierra palestina y en contradicción, Jericó es considerado uno de los lugares mas bajos. Jerusalén se puede considerar el reino divino y Jericó la caída del reino. En otras palabras, esto puede ser una representación de estar en el paraíso y caer en el pecado, estar en el reino y bajar a un punto bajo, un punto de debilidad, un punto de pecado.
y cayó en manos de salteadores, los cuales después de despojarlo y de darle golpes, se fueron, dejándolo medio muerto
El pecado nos asalta, nos hace caer, nos compromete los sentidos, nos despoja o roba la dignidad. Cuando estamos en manos del pecado estamos agolpeados, esclavizados, humillados, desnudos, estamos casi muertos. El pecado nos deja deshabilitados espiritualmente, nos deja en una condición crítica, aunque muchas veces no lo sabemos.
Por casualidad cierto sacerdote bajaba por aquel camino, y cuando lo vio, pasó por el otro lado del camino. Del mismo modo, también un levita, cuando llegó al lugar y lo vio, pasó por el otro lado del camino.
El sacerdote y el levita pueden representar una religión falsa. Una religión falsa es aquella que se enfoca en sí misma, una religión que esta diluida, que esta comprometida. Comprometida en el sentido que no está basada en la verdad completa. Es una religión del cumplimiento, donde hoy cumplo y mañana miento, una religión del escoger, donde yo escojo que seguir, cuando y como. El sacerdote y el levita estaban bajando por el mismo camino, estaban bajando del reino, estaban bajando de Jerusalén y estaban cayendo en el pecado.
Pero cierto samaritano, que iba de viaje, llegó adonde él estaba; y cuando lo vio, tuvo compasión
Los samaritanos eran los marginados, despreciados, olvidados, los que se consideraban menos que los demás. En esta reflexión el samaritano es la representación de Jesús. Jesús fue menospreciado por su mismo pueblo, recuerda que en la biblia nos dice que cuando hablaban de Jesús como el Nazareno, preguntaban si algo bueno podía salir de Nazaret.
Jesús tuvo compasión, Jesús tiene compasión de la humanidad, de tal modo que dio su vida por la humanidad, por los pecados que nosotros cometimos, pero el no.
Acercándose, le vendó sus heridas, derramando aceite y vino sobre ellas; y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón y lo cuidó.
Jesús nos sana las heridas, las heridas del pecado, nos toma y nos lleva a su mesón para que nos cuiden y nos sanen. Podemos ver el mesón como la representación de la iglesia. Jesús nos sana, nos derrama aceite y cura nuestras heridas críticas, las que nos pueden costar la vida, luego nos lleva a su iglesia para que continue el proceso de sanación. En su iglesia podemos descansar, podemos recibir la vida sacramental, los aceites en representación de los aceites de bautismo, confirmación, orden sacerdotal, y nos dan el vino de la sangre de Cristo. El sanador nos lleva a la verdadera religión, la religión que el formo o que el estableció.
Al día siguiente, sacando dos denarios[d] se los dio al mesonero, y dijo: “Cuídelo, y todo lo demás que gaste, cuando yo regrese se lo pagaré
Jesús pago el precio que nosotros no podíamos o podemos pagar. Nos encontró casi muertos por el pecado y la esclavitud y se sacrifico para que nosotros viviéramos, pago el precio en la cruz.
¿Cuál de estos tres piensas tú que demostró ser prójimo del que cayó en manos de los salteadores?». El intérprete de la ley respondió: «El que tuvo misericordia de él». «Ve y haz tú lo mismo», le dijo Jesús.
Jesús nos creo un ejemplo a seguir, y nos da un mandato, ve y haz lo mismo. En otras palabras, nuestro trabajo es ser Jesús para los demás, nuestra misión es de ser Cristo para otros. Tenemos que sanar, ayudar, restaurar, guiar y llevar a la casa del señor.
Como ves esta es otra forma de ver la parábola, es una metanoia, si tu le permites penetrar tus pensamientos y guiar tu paso para ser un instrumento de Dios. Nuestra misión es ser instrumentos de gracia. ¿Qué esperas?
Bendiciones