Santo Tomas de Aquino
Santo del día 28 de enero
(1225 – 7 de marzo de 1274)
Según: www.franciscanmedia.org
Por consentimiento universal, Tomás de Aquino es el portavoz preeminente de la tradición católica de la razón y de la revelación divina. Es uno de los grandes maestros de la Iglesia Católica medieval, honrado con los títulos de Doctor de la Iglesia y Doctor Angélico.
Fue entregado al monasterio benedictino de Monte Cassino con la esperanza de sus padres de que eligiera esa forma de vida y finalmente se convirtiera en abad. En 1239 fue enviado a Nápoles para completar sus estudios. Fue aquí donde se sintió atraído por primera vez por la filosofía de Aristóteles.
En 1243, Tomas abandonó los planes de su familia para él y se unió a los dominicos, para gran consternación de su madre. Por orden suya, Tomas fue capturado por su hermano y mantenido en casa durante más de un año.
Una vez libre, se fue a París y luego a Colonia, donde terminó sus estudios con Alberto Magno. Ocupó dos cátedras en París, vivió en la corte del Papa Urbano IV, dirigió las escuelas dominicas en Roma y Viterbo, combatió a los adversarios de los mendicantes, así como a los averroístas, y discutió con algunos franciscanos sobre el aristotelismo.
Su mayor contribución a la Iglesia Católica son sus escritos. La unidad, armonía y continuidad de la fe y la razón, del conocimiento humano natural y revelado, impregna sus escritos. Uno podría esperar que Tomás, como hombre del evangelio, fuera un ardiente defensor de la verdad revelada. Pero era lo suficientemente amplio, lo suficientemente profundo, para ver todo el orden natural como proveniente de Dios el Creador, y para ver la razón como un don divino que debe ser muy apreciado.
La Summa Theologiae, su última y, lamentablemente, incompleta obra, trata de toda la teología católica. Dejó de trabajar en él después de celebrar la misa el 6 de diciembre de 1273. Cuando se le preguntó por qué dejó de escribir, respondió: “No puedo seguir…. Todo lo que he escrito me parece un montón de paja comparado con lo que he visto y lo que se me ha revelado”. Murió el 7 de marzo de 1274.
Reflexión
Podemos considerar a Tomás de Aquino como un ejemplo imponente de catolicismo en el sentido de amplitud, universalidad e inclusión. Debemos estar decididos nuevamente a ejercer el don divino de la razón en nosotros, nuestro poder de conocer, aprender y comprender. Al mismo tiempo, debemos agradecer a Dios por el don de su revelación, especialmente en Jesucristo. Te invito a reflexionar sobre la relación de la razón y la fe, recuerda que la fe y la razón siempre van de la mano.
