Santa Juana Jugan
Santo del día para el 30 de agosto
(25 de octubre de 1792 – 29 de agosto de 1879)
Según: www.franciscanmedia.org
Nacida en el norte de Francia durante la Revolución Francesa, una época en que el gobierno nacional reprimía a las congregaciones de religiosos y religiosas, Juana eventualmente sería muy elogiada en la academia francesa por el cuidado compasivo de su comunidad hacia los ancianos pobres.
Cuando Juana tenía tres años y medio, su padre, un pescador, se perdió en el mar. Su madre viuda tuvo dificultades para criar a sus ocho hijos sola; cuatro murieron jóvenes. A la edad de 15 o 16 años, Juana se convirtió en una empleada doméstica de cocina para una familia que no solo se preocupaba por sus propios miembros, sino que también servía a personas pobres y mayores cercanas. Diez años después, Juana se convirtió en enfermera en el hospital de Le Rosais. Poco después, se unió a un grupo de tercer orden fundado por San Juan Eudes.
Después de seis años, se convirtió en sirvienta y amiga de una mujer que conoció a través del tercer orden. Rezaron, visitaron a los pobres y enseñaron el catecismo a los niños. Después de la muerte de su amiga, Juana y otras dos mujeres continuaron una vida similar en la ciudad de Saint-Sevran. En 1839, trajeron a su primer invitado permanente. Comenzaron una asociación, recibieron más miembros y más invitados. Mère Marie de la Cruz, como se la conocía ahora a Juana, fundó seis casas más para ancianos a fines de 1849, todas ellas integradas por miembros de su asociación, las Hermanitas de los Pobres. Para 1853, la asociación contaba con 500 y tenía casas tan lejanas como Inglaterra.
Abbé Le Pailleur, un capellán, había impedido la reelección de Juana como superior en 1843; nueve años después, le asignaron deberes dentro de la congregación, pero no permitió que fuera reconocida como su fundadora. En 1890, la Santa Sede lo destituyó de su cargo.
Cuando el Papa León XIII dio su aprobación final a las constituciones de la comunidad en 1879, había 2,400 Hermanitas de los Pobres. Juana murió más tarde ese mismo año, el 30 de agosto. Su causa fue presentada en Roma en 1970. Fue beatificada en 1982 y canonizada en 2009.
Reflexión
Juana Jugan vio a Cristo en lo que Santa Teresa de Calcuta describiría como sus “disfraces angustiantes”. Con gran confianza en la providencia de Dios y la intercesión de San José, suplicó voluntariamente por los muchos hogares que abrió, confiando en el buen ejemplo de las Hermanas y la generosidad de los benefactores que sabían el bien que las Hermanas estaban haciendo. Ahora trabajan en 30 países. “Con el ojo de la fe, debemos ver a Jesús en nuestros ancianos, porque son los portavoces de Dios”, dijo Juana una vez. Sin importar las dificultades, ella siempre podía alabar a Dios y seguir adelante. Te invito a pedir por nuestros ancianos.