San Vicente de Zaragoza
Santo del día del 22 de enero
(m. c. 304)
Según: www.franciscanmedia.org
La mayor parte de lo que sabemos sobre este santo proviene del poeta Prudencio. Sus Hechos han sido coloreados con bastante libertad por la imaginación de su compilador. Pero San Agustín, en uno de sus sermones sobre San Vicente, habla de tener ante sí los Hechos de su martirio. Estamos al menos seguros de su nombre, de ser diácono, del lugar de su muerte y sepultura.
Según la historia que tenemos, la inusual devoción que inspiró debe haber tenido una base en una vida muy heroica. Vicente fue ordenado diácono por su amigo San Valerio de Zaragoza en España. Los emperadores romanos habían publicado sus edictos contra el clero en 303 y al año siguiente contra los laicos. Vicente y su obispo fueron encarcelados en Valencia. El hambre y la tortura no lograron quebrantarlos. Como los jóvenes en el horno de fuego, parecían prosperar con el sufrimiento.
Valerio fue enviado al exilio, y Dacian, el gobernador romano, dirigió ahora toda la fuerza de su furia hacia Vicente. Se intentaron torturas que suenan muy modernas. Pero su principal efecto fue la progresiva desintegración del propio Dacian. Hizo que golpearan a los torturadores porque fallaron en quebrantar a Vicente.
Finalmente sugirió un compromiso: ¿Vicente al menos renunciaría a los libros sagrados para que fueran quemados de acuerdo con el edicto del emperador? No lo haría. La tortura en la parrilla continuó, el prisionero permaneció valiente, el torturador perdió el control de sí mismo. Vicente fue arrojado a una celda de prisión sucia y convirtió al carcelero. Dacian lloró de rabia, pero, curiosamente, ordenó que se le diera un descanso al prisionero.
Los amigos entre los fieles vinieron a visitarlo, pero no tendría descanso terrenal. Cuando finalmente lo acomodaron en una cama cómoda, se fue a su descanso eterno.
Reflexión
Los mártires son ejemplos heroicos de lo que puede hacer el poder de Dios. Es humanamente imposible, nos damos cuenta, que alguien pase por torturas como las que tuvo Vicente y permanezca fiel. Pero es igualmente cierto que solo por el poder humano nadie puede permanecer fiel, incluso sin tortura o sufrimiento. Dios no viene a nuestro rescate en momentos aislados y “especiales”. Dios está apoyando tanto a los super-cruceros como a los barcos de juguete para niños. Te invito a pedirle a Dios que te llene de su fe y en el reconocimiento de su presencia en tu vida.