San Pedro Damian – Santo del día del 21 de Febrero


San Pedro Damian

Santo del día del 21 de febrero

(988-22 de febrero de 1072)

Según: www.franciscanmedia.org

Tal vez porque había quedado huérfano y uno de sus hermanos lo había tratado mal, Pedro Damian era muy bueno con los pobres. Para él era normal tener a una persona pobre o dos a la mesa y le gustaba atender personalmente sus necesidades.

Pedro escapó de la pobreza y el abandono de su propio hermano cuando su otro hermano, que tenia buena posición en Rávena, lo tomó bajo su protección. Su hermano lo envió a buenas escuelas y Pedro se convirtió en profesor.

Ya en esos días, Pedro era muy estricto consigo mismo. Llevaba una camisa de pelo debajo de la ropa, ayunaba rigurosamente y pasaba muchas horas en oración. Pronto decidió dejar su magisterio y entregarse por completo a la oración con los benedictinos de la reforma de San Romualdo en Fonte Avellana. Vivían dos monjes en una ermita. Pedro estaba tan ansioso por orar y dormía tan poco que pronto sufrió un severo insomnio. Descubrió que tenía que usar un poco de prudencia para cuidarse a sí mismo. Cuando no estaba orando, estudiaba la Biblia.

El abad ordenó que cuando muriera, Pedro lo sucediera. El abad Pedro fundó otras cinco ermitas. Animó a sus hermanos en una vida de oración y soledad y no quería nada más para él. La Santa Sede lo llamaba periódicamente, sin embargo, para que fuera un pacificador o solucionador de problemas entre dos abadías en disputa o un clérigo o funcionario del gobierno en algún desacuerdo con Roma.

Finalmente, el Papa Esteban IX nombró a Pedro cardenal-obispo de Ostia. Trabajó duro para acabar con la compra de oficinas en la iglesia y alentó a sus sacerdotes a observar el celibato e instó incluso al clero diocesano a vivir juntos y mantener la oración y la observancia religiosa programadas. Quería restaurar la disciplina primitiva entre los religiosos y los sacerdotes, advirtiendo contra los viajes innecesarios, las violaciones de la pobreza y una vida demasiado cómoda. Incluso escribió al obispo de Besancon quejándose de que los canónigos allí se sentaban cuando cantaban los salmos en el Oficio Divino.

Escribió muchas cartas. Se conservan unos 170. También tenemos 53 de sus sermones y siete vidas, o biografías, que escribió. Prefería ejemplos e historias en lugar de teoría en sus escritos. Los oficios litúrgicos que escribió son evidencia de su talento como estilista en latín.

A menudo pidió que se le permitiera retirarse como cardenal-obispo de Ostia, y finalmente el Papa Alejandro II consintió. Pedro estaba feliz de convertirse una vez más en solo un monje, pero todavía estaba llamado a servir como legado papal. Al regresar de una misión de este tipo en Rávena, le sobrevino una fiebre. Con los monjes reunidos a su alrededor rezando el Oficio Divino, murió el 22 de febrero de 1072.

En 1828 fue declarado Doctor de la Iglesia.

Reflexión

Pedro era un reformador y si viviera hoy sin duda alentaría la renovación iniciada por el Vaticano II. También aplaudiría el mayor énfasis en la oración que muestra el creciente número de sacerdotes, religiosos y laicos que se reúnen regularmente para orar, así como las casas especiales de oración establecidas recientemente por muchas comunidades religiosas. Te invito a pedir por la reforma de las iglesias, comunidades, familias y mas aun de tu corazón.

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