San Pedro Chanel
Santo del día del 28 de abril
(1803-28 de abril de 1841)
Según: www.franciscanmedia.org
Cualquiera que haya trabajado en soledad, con una gran adaptación requerida y con poco éxito aparente, encontrará un espíritu afín en Pedro Chanel.
Nacido en Francia, el interés de Pedro por las misiones comenzó en la escuela, cuando leyó las cartas que los misioneros enviaban a Estados Unidos. Cuando era un joven sacerdote, Pedro revivió una parroquia en un distrito “malo” con el método simple de mostrar gran devoción a los enfermos. Queriendo ser misionero, se unió a la Sociedad de María, los Maristas, a los 28 años. Obedientemente, enseñó en el seminario durante cinco años. Luego, como superior de siete maristas, viajó a Oceanía Occidental. El obispo que acompañaba a los misioneros dejó a Pedro y un hermano en la isla de Futuna al noreste de Fiji, prometiendo regresar en seis meses. Estuvo ausente cinco años.
Mientras tanto, Pedro luchó con este nuevo idioma y lo dominó, haciendo el difícil ajuste a la vida con los balleneros, comerciantes y nativos en guerra. A pesar del escaso éxito aparente y la severa necesidad, mantuvo un espíritu sereno y gentil, además de una paciencia y un coraje infinitos. Se habían bautizado algunos nativos, se estaba instruyendo a algunos más. Cuando el hijo del cacique pidió ser bautizado, la persecución del cacique alcanzó su punto culminante. El padre Chanel fue asesinado a palos.
Dos años después de su muerte, toda la isla se volvió católica y lo sigue siendo. Fue canonizado por el Papa Pío XII en 1954. Pedro Chanel es el primer mártir de Oceanía y su patrón.
Reflexión
Sufrir por Cristo significa sufrir porque somos como Cristo. Muy a menudo, la oposición que encontramos es el resultado de nuestro propio egoísmo o imprudencia. No somos mártires cuando somos “perseguidos” por aquellos que simplemente nos tratan como nosotros los tratamos. Un mártir cristiano es aquel que, como Cristo, es simplemente un testigo del amor de Dios y saca de los corazones humanos el bien o el mal que ya está allí. Te invito a pedirle a Dios que te ayude a seguir imitando a Cristo, cada día mas y mas.
