San Pascual Baylon
Santo del día del 17 de mayo
(24 de mayo de 1540-15 de mayo de 1592)
Según: www.franciscanmedia.org
Durante la vida de Pascual, el imperio español en el Nuevo Mundo estaba en el apogeo de su poder, aunque Francia e Inglaterra pronto reducirían su influencia. El siglo XVI ha sido llamado el Siglo de Oro de la Iglesia en España, porque dio a luz a Ignacio de Loyola, Francisco Javier, Teresa de Ávila, Juan de la Cruz, Pedro de Alcántara, Francisco Solano y Salvador de Horta.
Los padres españoles de Pascual eran pobres y piadosos. Entre los siete y los 24 años trabajó como pastor y comenzó una vida de mortificación. Pudo orar en el trabajo y estuvo especialmente atento a la campana de la iglesia, que sonó en la Elevación durante la Misa. Pascual era de gran honradez. ¡Una vez se ofreció a pagar a los propietarios de cultivos por cualquier daño que sus animales causaran!
En 1564, Pascual se unió a los Frailes Menores y se entregó de todo corazón a una vida de penitencia. Aunque se le instó a estudiar para el sacerdocio, eligió ser hermano. En varias ocasiones se desempeñó como portero, cocinero, jardinero y mendigo oficial.
Pascual tuvo cuidado de observar el voto de pobreza. Nunca desperdicio comida ni nada entregado para uso de los frailes. Cuando era portero y se ocupaba de los pobres que llegaban a la puerta, desarrolló una reputación de gran generosidad. ¡Los frailes intentaron a veces moderar su liberalidad!
Pascual pasó sus momentos libres orando ante el Santísimo Sacramento. Con el tiempo, mucha gente buscó su sabio consejo. La gente acudió en masa a su tumba inmediatamente después de su entierro; Los milagros se informaron con prontitud. Pascual fue canonizado en 1690 y patrono de los congresos y sociedades eucarísticas en 1897.
Reflexión
La oración ante el Santísimo Sacramento ocupó gran parte de la energía de San Francisco. La mayoría de sus cartas fueron para promover la devoción a la Eucaristía. Pascual compartió esa preocupación. Una hora de oración ante nuestro Señor en la Eucaristía podría enseñarnos mucho a todos. Algunos católicos santos y ocupados hoy en día encuentran que su trabajo se enriquece con esos minutos que dedican regularmente a la oración y la meditación. Te invito a dedicar unos cuantos minutos más a la oración cada día.