San Pablo
Santo del día del 25 de enero
Según: www.franciscanmedia.org
La vida entera de San Pablo se puede explicar en términos de una experiencia: su encuentro con Jesús en el camino a Damasco. En un instante, vio que todo el celo de su personalidad dinámica se estaba desperdiciando, como la fuerza de un boxeador que se balancea salvajemente. Quizás nunca había visto a Jesús, que era solo unos años mayor. Pero había adquirido un odio fanático de todo lo que Jesús representaba, cuando comenzó a hostigar a la Iglesia: “… entrando casa tras casa y sacando a rastras a hombres y mujeres, los entregó a la cárcel” (Hechos 8: 3b). Ahora él mismo había concentrado toda su energía en un objetivo: ser esclavo de Cristo en el ministerio de la reconciliación, un instrumento para ayudar a otros a experimentar al único Salvador.
Una frase determinaba su teología: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues” (Hechos 9: 5b). Jesús se identificó misteriosamente con la gente: el grupo amoroso de personas que Saulo había perseguido como criminales. El vio que Jesús, era el cumplimiento misterioso de todo lo que había estado persiguiendo ciegamente.
La vida de Pablo se convirtió en una incansable proclamación y vivencia del mensaje de la cruz: los cristianos mueren bautismalmente al pecado y son sepultados con Cristo; están muertos para todo lo que es pecaminoso en el mundo. Se convierten en una nueva creación, que ya comparten la victoria de Cristo y algún día resucitarán de entre los muertos como él. A través de este Cristo resucitado, el Padre derrama el Espíritu sobre ellos, haciéndolos completamente nuevos.
Entonces, el gran mensaje de Pablo al mundo fue: Dios te salva completamente, no por nada que puedas hacer. La fe salvadora es el don del compromiso total, libre, personal y amoroso con Cristo, compromiso que luego da fruto en más “obras” de las que la Ley jamás podría contemplar.
Reflexión
Sin duda, Pablo es difícil de entender. Su estilo a menudo refleja el estilo rabínico de argumentación de su época y, a menudo, su pensamiento salta en las cimas de las montañas mientras nosotros avanzamos lentamente. Pero quizás nuestros problemas para entenderlo se vean acentuados por el hecho de que tantas hermosas joyas se hayan convertido en parte de la moneda cotidiana en nuestro lenguaje cristiano. Te invito a leer la conversión de Pablo y a pedirle a Dios que te muestre que el quiere que aprendas de ella.