San Martin I
Santo del día 13 de abril
(murió el 16 de septiembre de 655)
Según: www.franciscanmedia.org
Cuando Martín I se convirtió en Papa en 649, Constantinopla era la capital del imperio bizantino y el patriarca de Constantinopla era el líder de la Iglesia más influyente en el mundo cristiano oriental. Las luchas que existían dentro de la Iglesia en ese momento fueron engrandecidas por la estrecha cooperación del emperador y el patriarca.
Una enseñanza, fuertemente apoyada en Oriente, sostenía que Cristo no tenía voluntad humana. Dos veces, los emperadores habían favorecido oficialmente esta posición: Heraclio al publicar una fórmula de fe, y Constante II al silenciar el tema de una o dos voluntades en Cristo.
Poco después de asumir el cargo de papado —lo que hizo sin ser confirmado primero por el emperador— Martín celebró un concilio en Letrán en el que se censuraron los documentos imperiales y en el que se condenó al patriarca de Constantinopla y a dos de sus predecesores. En respuesta, Constans II primero trató de poner a los obispos y al pueblo en contra del Papa.
Al fallar en esto y en un intento de matar al Papa, el emperador envió tropas a Roma para apoderarse de Martín y traerlo de regreso a Constantinopla. Ya con mala salud, Martín no ofreció resistencia, regresó con Caliopas, el exarca de Constantinopla, y luego fue sometido a varios encarcelamientos, torturas y privaciones. Aunque condenado a muerte y con algunas de las torturas impuestas ya realizadas, Martín se salvó de la ejecución.
Las torturas y los tratos crueles cobraron su precio, Martin murió poco después. Es el último de los primeros papas en ser venerado como mártir.
Reflexión
El verdadero significado de la palabra mártir no proviene de los moribundos sino del testimonio, que la palabra significa en su derivación. Las personas que están dispuestas a renunciar a todo, a sus posesiones más preciadas, a sus propias vidas, le dan un valor supremo a la causa o creencia por la que se sacrifican. El martirio, morir por la fe, es un extremo incidental al que algunos han tenido que llegar para manifestar su fe en Cristo. Una fe viva, una vida que ejemplifique la enseñanza de Cristo en todo momento y que, a pesar de las dificultades, se requiere de todos los cristianos. Te invito a sacrificar todas esas cosas que te alejan de Dios para que por medio de ese martirio voluntario, puedas recibir más, de la gracia de Dios.