San Juan Bautista de La Salle
Santo del día del 7 de abril
(30 de abril de 1651 – 7 de abril de 1719)
Según: www.franciscanmedia.org
En 1950, el Papa Pío XII lo nombró patrón de los maestros de escuela por sus esfuerzos para mejorar la instrucción escolar. Cuando era un joven francés del siglo XVII, Juan tenía todo a su favor: estudioso, buena apariencia, antecedentes familiares nobles, dinero, una educación refinada. A la temprana edad de 11 años inició la preparación para el sacerdocio, al que fue ordenado a los 27 años. Parecía asegurado entonces una vida digna y tranquila y una alta posición en la Iglesia.
Pero Dios tenía otros planes para Juan, que le fueron revelados gradualmente en los próximos años. Durante un encuentro casual con Monsieur Adrien Nyel, se interesó en la creación de escuelas para niños pobres en Reims, donde estaba destinado. Aunque el trabajo le resultó extremadamente desagradable al principio, se involucró más en el trabajo con los jóvenes desfavorecidos.
Una vez convencido de que esta era su misión divinamente designada, Juan se entregó de todo corazón al trabajo, dejó su hogar y su familia, abandonó su puesto de canónigo en Reims, entregó su fortuna y se redujo al nivel de los pobres a quienes dedicó su vida entera.
El resto de su vida estuvo íntimamente ligado a la comunidad de religiosos que fundó, los Hermanos de la Escuela Cristiana (también llamados Hermanos Cristianos o Hermanos De La Salle). Esta comunidad creció rápidamente y tuvo éxito en la educación de los niños de familias pobres, utilizando métodos diseñados por Juan. Preparó a los maestros en la primera escuela de formación para maestros y también estableció hogares y escuelas para jóvenes delincuentes de familias adineradas. El elemento motivador de todos estos esfuerzos fue el deseo de convertirse en un buen cristiano.
Sin embargo, incluso en su éxito, Juan no escapó de experimentar muchas pruebas: desgarradoras decepción y deserciones entre sus discípulos, amarga oposición de los maestros de escuela seculares que resentían sus nuevos y fructíferos métodos y la persistente oposición de los jansenistas de su tiempo, cuya rigidez y pesimismo sobre la condición humana Juan resistió con vehemencia toda su vida.
Afligido de asma y reumatismo en sus últimos años, murió a los 68 años el Viernes Santo y fue canonizado en 1900.
Reflexión
La dedicación completa al llamado de Dios, cualquiera que sea, es una cualidad poco común. Jesús nos pide que “amemos al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (Marcos 12: 30b, énfasis agregado). Pablo da un consejo similar: “Todo lo que hagas, hazlo de corazón…” (Colosenses 3:23). Te invito a entregarte por completo a Dios y a su propósito para ti.