San Isidoro de Sevilla
Santo del día 4 de abril
(c. 560 – 4 de abril de 636)
Según: www.franciscanmedia.org
Los 76 años de vida de Isidoro fueron una época de conflicto y crecimiento para la Iglesia en España. Los visigodos habían invadido la tierra un siglo y medio antes, y poco antes del nacimiento de Isidoro, establecieron su propia capital. Eran arrianos, cristianos que decían que Cristo no era Dios. Así, España se dividió en dos: un pueblo (romanos católicos) luchó con otro (godos arrianos).
Isidoro reunió a España, convirtiéndola en un centro de cultura y aprendizaje. El país sirvió como maestro y guía para otros países europeos cuya cultura también fue amenazada por invasores bárbaros.
Nacido en Cartagena de una familia que incluía a otros tres hermanos santos —Leander, Fulgentius y Florentina— fue educado por su hermano mayor, a quien sucedió como obispo de Sevilla.
Un hombre asombrosamente culto, a veces se le llamaba “El maestro de escuela de la Edad Media” porque la enciclopedia que escribió se utilizó como libro de texto durante nueve siglos. Exigió la construcción de seminarios en cada diócesis, escribió una Regla para las órdenes religiosas y fundó escuelas que enseñaron todas las ramas del saber. Isidoro escribió numerosos libros, incluido un diccionario, una enciclopedia, una historia de los godos y una historia del mundo, ¡comenzando con la creación! Completó la liturgia mozárabe, que todavía se usa en Toledo, España. Por todas estas razones, se ha sugerido a Isidoro como patrón de Internet.
Continuó con sus austeridades incluso cuando se acercaba a los 80 años. Durante los últimos seis meses de su vida, aumentó tanto sus obras de caridad que su casa estuvo abarrotada de la mañana a la noche con los pobres del campo.
Reflexión
Nuestra sociedad puede utilizar bien el espíritu de Isidoro de combinar conocimiento y santidad. El amor, la comprensión y el conocimiento pueden curar y unir a las personas quebrantadas. No somos bárbaros como los invasores de la España de Isidoro. Pero las personas que están abrumadas por las riquezas y abrumadas por los avances científicos y tecnológicos pueden perder gran parte de su comprensión del amor mutuo. Te invito a pedirle a Dios que nunca se te pierda la sed de amar como el ama.