San Benedicto el Africano
Santo del día para el 3 de abril
(1526-1589)
Según: www.franciscanmedia.org
Benedicto ocupó puestos importantes en la Orden Franciscana y se ajustó graciosamente a otros trabajos cuando terminaron sus mandatos.
Sus padres eran esclavos traídos de África a Messina, Sicilia. Liberado a los 18 años, Benedicto trabajó en el campo por un salario y pronto ahorró lo suficiente para comprar un par de bueyes. Estaba muy orgulloso de esos animales. Con el tiempo, se unió a un grupo de ermitaños en Palermo y finalmente fue reconocido como su líder. Debido a que estos ermitaños siguieron la Regla de San Francisco, el Papa Pío IV les ordenó unirse a la Primera Orden.
Benedicto finalmente fue maestro de novicios y luego guardián de los frailes en Palermo, cargos que rara vez ocupaba en aquellos días un hermano. De hecho, Benedicto se vio obligado a aceptar su elección como tutor. Y cuando terminó su mandato, volvió feliz a su trabajo en la cocina del convento.
Benedicto corrigió a los frailes con humildad y caridad. Una vez corrigió a un novicio y le asignó una penitencia solo para descubrir que el novicio no era el culpable. Benedicto se arrodilló inmediatamente ante el novicio y le pidió perdón.
Más tarde, Benedicto no fue posesivo con las pocas cosas que usó. Nunca se refirió a ellos como “míos”, sino que siempre los llamó “nuestros”. Sus dones para la oración y la guía de las almas le valieron en toda Sicilia una reputación de santidad. Siguiendo el ejemplo de San Francisco, Benedicto mantuvo siete ayunos de 40 días durante todo el año; también dormía solo unas pocas horas cada noche.
Después de la muerte de Benedicto, el rey Felipe III de España pagó una tumba especial para este santo fraile. Canonizado en 1807, es honrado como santo patrón por los afroamericanos. La Fiesta Litúrgica de San Benedicto el Africano es el 4 de abril.
Reflexión
Entre los franciscanos, una posición de liderazgo es limitada en el tiempo. Cuando el tiempo expira, los ex-líderes a veces tienen problemas para adaptarse a su nueva posición. La Iglesia necesita hombres y mujeres que estén dispuestos a poner sus mejores energías en el liderazgo, pero también hombres y mujeres que estén graciosamente dispuestos a continuar con otro trabajo cuando termine su tiempo de liderazgo. Te invito a pedir por la aceptación, que Dios te de la aceptación de aceptar cualquier etapa de tu vida en la cual te encuentres.