En la biblia y en nuestros círculos sociales escuchamos mucho la palabra santos, ser santos, los santos y la santidad. Pero, aunque hablamos de santos, de la santidad y de ser santos quizás no has tomado tiempo para reflexionar sobre quienes son los santos y que significa ser santo para ti. Me gustaría comentar y reflexionar sobre la santidad en específico y su relación con nosotros.
¿Qué significa ser Santo?
Ser santo significa ser amigo de Dios, significa estar en amistad con Dios, significa estar en armonía con la Santísima Trinidad. Es estar en gracia y unión a Dios por que Dios es santo. Si estamos en unión con Dios podemos participar en la santidad de Dios. Dios nos creo a su imagen y semejanza y como tal, nos creo para estar en santidad y para ser santos. Podemos decir que ser santos es simplemente participar en la santidad y pureza de Dios.
El catecismo de la iglesia católica en su numeral 2013 nos dice:
2013 “Todos los fieles, de cualquier estado o régimen de vida, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad” (LG 40). Todos son llamados a la santidad: “Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto” (Mt 5, 48):
Al ser santos estamos llamados a la plenitud de la vida. Por medio de la santidad podemos disfrutar verdaderamente lo que es la vida.
¿Quién está llamado a la Santidad?
1 Pedro 1:15-16
sino que así como Aquel que los llamó es Santo[a], así también sean ustedes santos en toda su manera de vivir. 16 Porque escrito está: «Sean santos, porque Yo soy santo».
Levítico 11:44-45
Porque Yo soy el Señor su Dios. Por tanto, conságrense y sean santos, porque Yo soy santo. No se contaminen, pues, con ningún animal que se arrastra sobre la tierra. 45 Porque Yo soy el Señor, que los he hecho subir de la tierra de Egipto para ser su Dios; serán, pues, santos porque Yo soy santo”».
Todos estamos llamados a la santidad. Dios nos dice que todos tenemos que ser santos por que Dios quien vive en nosotros es santo. Entonces somos santos por medio de esa santidad que vive en nosotros, no por que lo hagamos merecido o por algo que podamos haber hecho, sino por que nuestra santidad proviene de la fuente de santidad quien es Dios, el cual vive en nosotros.
¿Por qué aspirar a la santidad?
Aunque Dios esta en nosotros y estamos llamados a ser santos, necesitamos ejercer, practicar y santificar nuestra jornada. La razón principal por la cual tenemos que aspirar la santidad es por que solo los santos están o llegan al cielo. Nadie puede ver o estar en la presencia de Dios si no está en santidad o si no es santo. Esto lo vemos desde el principio en el antiguo testamento para los sacerdotes estar ante la presencia de Dios, tenían que estar purificados y en santidad por que nada impuro puede resistir estar ante la presencia de Dios, porque Dios es todo lo bueno, todo lo puro y no cabe un granito de impureza ante Dios.
Quizás has escuchado decir eso era en el antiguo testamento. En el nuevo, después de la llegada de Cristo, el nos purifico por su sangre y por lo cual el es nuestra pureza y no necesitamos estar puros sino depender de su pureza. Si es cierto que Cristo vino al mundo y murió por nosotros, al igual que nos purifica por medio de su sangre, pero el nos exhorta muchas veces después de su partida, en su palabra y por medio de sus apóstoles, a ser santos como el es santo, por que nada impuro llegara a su presencia. Si solo dependiéramos de su santidad, no nos necesitaría mencionar que tenemos que ser santos por que ya lo fuéramos. La santidad es como nuestra jornada en la vida, es un proceso y una decisión que debemos tomar todos los días. No por nuestras fuerzas, pero por medio de la sangre de Cristo derramada por nosotros.
Hebreos 12:14
Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
Si piensas en una pregunta fundamental de la fe y de la vida: ¿Para que fui creado? Te darás cuenta de que fuiste creado para la santidad, para ser santo, para participar en la grandeza y santidad de Dios. El catecismo de Baltimore contestaba la pregunta de esta forma; Dios me hizo con el propósito de conocerlo, amarlo, servirlo en este mundo y ser feliz con Él para siempre en el cielo. Eso precisamente es ser santo y esa es la razón de la santidad. Cuando somos santos llegamos a vivir el propósito de nuestra creación en su plenitud, llegamos a conocer, amar y servir/glorificar a Dios por completo. Conocerlo, amarlo, servirlo en este mundo y ser feliz con el para siempre en el cielo es otra forma de decir que nuestro propósito o que fuimos creados para estar en relación con Dios y amar a Dios y a nuestro prójimo. Por esa razón debemos aspirar la santidad.
¿Acaso hay un solo camino a la santidad?
Cuando pensamos en los santos y en la santidad, usualmente pensamos en los santos canonizados por la iglesia. Y si los santos canonizados por la iglesia son santos, pero como acabas de ver, todos somos llamados a la santidad, y todas las almas del cielo son almas santas. Entonces la canonización es un proceso o método a la santidad, pero es mínima en comparación con todas las almas del cielo. En otras palabras, todas las almas del cielo son santos, pero no todos los santos son canonizados. La canonización no crea santos o no hace santos, solo los ofrece como ejemplo oficial para la iglesia. Los santos canonizados son santos por su entrega a vivir en la plenitud de la gracia de Dios. Los santos canonizados son santos, aunque la iglesia no los hubiera canonizado, el proceso de la canonización se puede ver como el proceso para reconocer la vida de algunos santos como ejemplo de vida en Cristo. Pero todos estamos llamados a vivir la santificación en nuestra jornada, en nuestra vida, en nuestra vocación. Dios nos tiene un propósito individual y único a cada uno, ese propósito es el que nos lleva a la santidad, entonces podemos decir que cada persona tiene un camino distinto a la santidad. Tu camino depende de tu vocación (casado, soltero, ordenado etc.) depende de tus dones, tus virtudes, tus habilidades, tu pasado, tus características, tu ser. Como puedes ver Dios te creo con una misión personal, todos tenemos un propósito general, el cual es la santidad, pero para llegar a la santidad y a la plenitud de vida, nos creó un propósito individual el cual solo tu puedes hacer por que es personal. Tu propósito es particular y único, pero el te ha dado las herramientas y te dará todo lo necesario para cumplir tu misión, tu propósito y en el proceso te estará santificando y te estarás pareciendo mas y más a Jesús, lo cual significa estarás cada día mas y mas santo.
¿Cuál es el proceso de la canonización?
El proceso de la canonización puede ser complejo en algunos aspectos, pero para facilitar el entendimiento solo me enfocare en resumir el proceso. Recuerda que todas las almas del cielo son santos, pero no todos los santos fueron canonizados. La canonización es nuevamente el proceso para reconocer oficialmente la vida de algunos santos como ejemplo de la vida en plenitud.
Pasos para la canonización:
- Postular la causa- Un informe de la vida, las virtudes y las razones de santidad se entrega a la Santa Sede.
- Siervo de Dios- La congregación de las causas de los santos, estudia y examina el informe y declara si se debe continuar la causa o si encuentran algún impedimento. Si no encuentran impedimento se declara Siervo de Dios.
- Venerable- Un documento con testimonios de personas que conocieron a la vida del candidato se entrega para examinar. Si la Santa Sede aprueba el documento y reconoce que la persona vivo las virtudes cristianas el Siervo de Dios se considera Venerable.
- Beatificación- Se introduce un milagro durante la vida del candidato para examen de obispos, médicos, cardenales y teólogos. Si se declara valido el milagro, el candidato pasa de Venerable a Beato. Si el venerable fue un mártir no es necesario un milagro.
- Canonización- Se introduce un segundo milagro para examinar. Si se acepta un segundo milagro el nombre se escribe en le libro de los Santos de la iglesia y se asigna un día de fiesta para veneración litúrgica.
Conclusión
«Para alcanzar esta perfección, los creyentes han de emplear sus fuerzas, según la medida del don de Cristo […] para entregarse totalmente a la gloria de Dios y al servicio del prójimo. Lo harán siguiendo las huellas de Cristo, haciéndose conformes a su imagen y siendo obedientes en todo a la voluntad del Padre. De esta manera, la santidad del Pueblo de Dios producirá frutos abundantes, como lo muestra claramente en la historia de la Iglesia la vida de los santos» (LG 40).
Todos, pero todos, estamos llamados a ser santos. Dios nos quiere santos, y para eso nos dio el Don de la Fe, la Esperanza y el Amor. Cristo vino al mundo por nosotros para entregarnos su amor y para pagar lo que nosotros no podíamos para, la deuda del pecado. Pero en su ascensión al cielo nos prometió estar con nosotros siempre por lo cual nos dejo la tercera persona de la Santísima Trinidad, el Espíritu Santo, para guiarnos, defendernos y estar siempre en nosotros. Cuando nos bautizamos recibimos el Santo Espíritu el cual nos hace santos y nos guía por un camino de santidad. Ser santos es querer seguir a Jesús, actuar como el, hacer el bien como el, amar como el, ser santo es ser amigo y estar en amistad con Jesús. Recuerda tu estas llamado a ser santo, lo puedes lograr no por tus fuerzas o por tu merito, sino por que ya Cristo gano ese merito, Cristo es puro, Cristo es Santo y el esta en ti. Entonces para ser santo tienes que querer ser santo, tienes que participar de esa santidad de Dios y sencillamente estar en relación con Dios por medio del amor. ¡Ama como Dios ama y tu santidad estará garantizada!
Bendiciones
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