El kerigma es una palabra que se usa mucho en el ámbito cristiano. El kerigma significa la proclamación del Evangelio. Pero muchas veces no conocemos lo que es el Evangelio, no conocemos lo que es el kerigma, no conocemos lo que debemos proclamar, y por esta razón me gustaría tomar unos minutos para reflexionar sobre lo que es el kerigma. Para entender el kerigma correcto debemos entender lo que es el evangelio. El evangelio es la buena nueva, la buena nueva de Jesús, pero más aún debemos entender lo qué debemos de compartir, ¿cuál es el mensaje que Dios trae al mundo? ¿Cuál es el mensaje que Dios nos quiere compartir?
El Evangelio Tiene Poder – Romanos 1:16
Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree, del Judío primeramente y también del Griego.
Es importante entender la proclamación del Evangelio el kerigma porque le kerigma es la fundación de nuestra fe. El kerigma se puede dividir en cuatro partes o preguntas. Si entendemos estas cuatro preguntas podemos entender la fundación del Evangelio; entenderemos ¿por qué? ¿dónde?, cuando? todas las preguntas que nos hacemos sobre nuestra vida cristiana se pueden contestar con las cuatro preguntas del kerigma. Las preguntas se pueden expresar en varias formas. Hay un padre que se llama el padre Ricardo, el cual habla mucho acerca del kerigma y lo expresa de una forma que me llama la atención, el expresa la primera pregunta cómo, ¿porque hay algo en vez de no haber nada? La primera pregunta es: ¿Por qué hay algo en vez de no haber nada? y la forma en la cual yo interpreto también esa pregunta es: ¿Por qué yo existo? ¿Cuál es el propósito de mi vida? ¿Para qué fui creado? Esa sería la primera pregunta, la fundación de lo qué es el kerigma. Entender el por qué hay algo en vez de nada, por qué Dios creó al mundo, por qué Dios me creó a mí y por qué estoy aquí. La segunda pregunta en el kerigma sería; ¿si Dios creó el mundo entonces por qué el mundo está cómo está? Y esa pregunta es más en términos de por qué el mundo está lleno de dolor, de sufrimiento, de abandono de tristeza, de desesperación, de desesperanza, tantas enfermedades, tantos problemas. La tercera pregunta es si el mundo está tan herido, si el mundo está tan sufriente, si el mundo está tan herido, ¿qué hizo o qué va a hacer Dios al respecto? En otras palabras, si Dios creó el mundo y el mundo está sufriendo, ¿qué hizo Dios? ¿qué está haciendo Dios o qué va a hacer Dios al respecto? Y la última pregunta es; ¿cuál es mi respuesta a lo que Dios hizo o hará?
El Kerigma:
- ¿Cuál es mi propósito? ¿Para qué me creó Dios? La Creación
- Si mi valor es inmenso, si Dios me ama tanto; ¿por qué el mundo esta como esta? La caída – El pecado
- Si Dios los creó perfecto y Satanás está controlando al mundo, esclavizando y secuestrando, que hizo, ¿está haciendo o va a hacer Dios al respecto? La Redención
- ¿Qué vas a hacer tu? ¿Cuál es tu respuesta a lo que Dios hizo, está haciendo y hará por ti? Mi Respuesta
Las primeras tres preguntas nos hablan acerca de lo que es la fundación del Evangelio la aportación de nuestro Dios. Pero la última pregunta, la cuarta pregunta es específico para cada uno de vosotros, es una pregunta de Dios mirándote a los ojos y te pregunta; ¿cuál es tu respuesta? ¿Qué vas tú a responder a lo que yo estoy haciendo o haré? Y ese es el kerigma la respuesta de esas cuatro preguntas, el Evangelio nos ayuda como evangelizar o llevar el mensaje, cómo vivir el mensaje, cómo vivir nuestra fe, cómo conocer nuestra fe y cómo compartir nuestra fe. Entonces me gustaría en este momento compartir acerca de la primera pregunta; ¿por qué hay algo en vez de nada? ¿Cuál es mi propósito? ¿Para qué me creó Dios?
¿Cuál es mi propósito? ¿Para qué me creó Dios?
Es importante reconocer la magnitud de Dios. Dios es el todopoderoso es el omnipresente omnipotente. Omnipresente por que siempre ha estado y está en todas partes. Omnisciente quiere decir que el todo lo sabe. En el libro del Genesis nos describe la creación y nos dice que el crea el Sol la Luna, y también crea las estrellas. Lo menciona como si fuera algo insignificante; crea las estrellas, como que no es gran cosa. Si nosotros nos ponemos a pensar en el tamaño de una estrella, en la magnitud de las estrellas, en la cantidad de las estrellas que hay en el universo podemos pensar un poco en la gran magnitud de Dios. Este dios tan grande, tan poderoso, tan fuerte, que creó tantos y tantos objetos, tantas estrellas, te creó a ti y me creó a mí. Después de crear los cielos y la tierra, incluyéndonos a nosotros Dios dijo que todo lo que creó era bueno. ¿Entonces para nos creó? Dios nos creó para estar en relación con él y creó al prójimo para que estemos en relación con ellos. El libro del Génesis nos dice que no es bueno que el hombre esté solo. Por esta razón Dios creó a la comunidad, a la humanidad. Por esta razón Dios creó las personas, nos creó para vivir en relación con el y el prójimo. Nos creo por amor. Dios no nos necesita, pero le plació crearnos, nos podía haber creado sin la opción de rechazarlo, pero por amor nos creó con la opción de escoger amarlo o no amarlo.
Lamentablemente Satanás o conocido como Lucifer era un ángel en el cielo y escogió apartarse de Dios. Escogió apartarse y pudo seducir a nuestros primeros padres Adán y Eva también a escoger apartarse de Dios de una forma u otra. Escogieron querer saber lo que es bueno o lo que es malo para ellos mismos, quisieron escoger el camino por su propia cuenta no querían que Dios escogiera, si no que querían ellos mismos escoger el camino. Entonces volvemos a la pregunta. Por qué hay algo en vez de nada. Dios creó el Universo, Dios creó el mundo por amo. Nos creó por amor, para amarlo a él y para amar a nuestro prójimo, para vivir en relación con él. Algo que muchas veces no pensamos es que Dios creo todo, y de todas las creaturas que Dios creo, la que mas ama es a ti y a mí. Somos la única creatura de Dios creada a imagen y semejanza de él. Fuimos creados para participar en su divinidad, toma un momento para reflexionar en eso… El Dios del universo, que creo el cielo, el mar, las estrellas, los planetas, los animales, te creo a ti, y eres su creación preferida, su creación más amada, tu valor es inmenso.
Si mi valor es inmenso, si Dios me ama tanto; ¿por qué el mundo esta como esta?
La segunda pregunta del kerigma es si el mundo fue creado por Dios, si Dios creó el mundo bueno. ¿Por qué vivimos en un mundo tan sufriente? Porque vivimos en un mundo tan desesperado, tan triste, adolorido, con tanta enfermedad, con tantas desgracias, ¿con tantos problemas? La respuesta tiene que ver con antes de la creación humana, tiene que ver con Satanás. Satanás o Lucifer, era el ángel más brillante del cielo. Era uno de las creaturas más inteligente, más bella, más reluciente que había en el cielo. Satanás tuvo envidia, quería tomar sus propias decisiones quería ser Dios, y decidió apartarse de Dios, decidió escoger su propio camino. Pero a la vez se da cuenta de que en realidad él no puede ser Dios porque él es una creación y Dios es el creador. Pero aún más que eso, a Satanás le dolió, sintió más envidia, sintió más coraje se puede decir que indignación con la creación llamada ser humano. Cuando Dios creó al hombre y lo creó a su imagen y semejanza, fue algo que en realidad Lucifer/Satanás nunca pudo comprender, lo cual le revuelve la sangre.
Satanás es envidioso – Sabiduría 2:23-24
Dios nos hizo semejantes a
él,
para que vivamos para siempre.
24 Pero la muerte entró en el mundo
por la envidia del diablo,
y los que pertenecen al diablo
son atrapados por la muerte.
Es algo lo cual lo llena de envidia y de odio. Porque él no está en la presencia de Dios, no va a ser, no va a participar de la grandeza de Dios. Sin embargo, Dios nos amó tanto al ser humano que nos creó a su imagen y semejanza. Y más aún su hijo se vuelve uno de nosotros. Jesús se vuelve hombre por esta razón Satanás o Lucifer odia al ser humano, Satanás odia al hombre. El quisiera que cada hombre, cada ser humano escoja el camino del mal y se aparte del bien. Por varias razones una porque odia al ser humano odia el hecho de que nosotros fuimos escogidos por Dios o creados a su imagen y semejanza. De igual manera al hacer que las personas se alejen de Dios, que escojan el camino del mal también en su forma de pensar ésta de una forma u otra “castigando” Dios o haciendo que Dios pierda una de sus criaturas que Dios tanto ama.
¿Entonces por qué el mundo está cómo está? Todo viene desde la caída de Satanás más adelante en la caída del hombre, el hombre fue creado por Dios para amar a Dios para amar a su prójimo, para cuidar la Tierra. Todo estaba en armonía, todo estaba perfecto, pero al hombre se le dio la opción igual que a Satanás de escoger a Dios o no. Lo que le llaman el libre albedrío, que es poder tomar sus propias decisiones, el hombre escogió tomar su propia decisión y escogió tomar control de su propia vida. Esto conocemos como el pecado original, lo cual en realidad es cuando el hombre quiere ser su propio Dios. Querer escoger lo que es bueno y malo entonces ya ahí rompe el vínculo con Dios directo, porque no dependemos de Dios, sino que dependemos de nosotros mismos.
Y ahí entra el pecado, ahí entra el dolor, desde ahí entra lo que vivimos hoy día. Ese fue el inicio de querer tomar nuestras propias decisiones y querer tomar decisiones que nos ayudan en lo personal y olvidamos el amor al prójimo. Si pensamos nuevamente en Satanás, él quiere y anhela que todos caigamos en pecado porque nos odia. El mundo en el cual vivimos se convirtió en el dominio del maligno, él esclaviza, para decirlo de esa forma para que podamos entender; esclavizados al pecado, vivimos como esclavos es como si fuera un secuestrador que ha secuestrado a una persona y lo tiene amarrado lo tiene esclavizado. Así estamos nosotros cuando hablamos del pecado, estamos esclavizados y estamos atados a ese secuestrador llamado Lucifer o Satanás. Y quizás pienses que es una exageración pensar que estamos secuestrados o esclavizados. La forma en la cual puedo comprobar que estamos esclavizados al pecado es porque Dios no es pecado, él es todo lo bueno, entonces estamos aparte de Dios cuando estamos en el pecado. Fácilmente puedes demostrar si no estás esclavizado al pecado, simplemente dejando de pecar. Si no estamos esclavizados al pecado podríamos dejar de pecar fácilmente pero cuando uno estás esclavizado, a veces te sientes imponente a pecar, es como una la atracción increíble, sobrenatural, porque estás bajo el dominio, estás bajo el poder de ese secuestrador. Ya no te dominas a ti mismo, sino que alguien te tiene atrapado, bajo su control, amarrado.
Y eso es lo que hace el pecado o que Satanás sea como el secuestrador que te tiene atrapado, te tiene agarrado, sometido al pecado. Esta es la razón por la cual el mundo está como está el mundo está como está por el pecado. Porque estamos esclavizados, porque Satanás es el padre de la mentira, es el acusador, es el divisor, divide familias, divide comunidades, nos divide de lo bueno, de la verdad. Su propósito es apartarnos de Dios, su propósito es mentir para que creamos en él. Su propósito es acusar, acusarnos y acusar a Dios ante nosotros.
Por qué justo después de que el mundo fue creado perfecto, después de que fue creado en armonía, ¿porque el mundo está cómo está? Sufriendo, a dolorido, en tristeza, lleno de enfermedades, familias rotas, sufriendo hambre, pobreza, epidemias. Todo esto es el resultado del pecado y de la esclavitud que tenemos al pecado. Todo esto es el resultado desde el principio del pecado original. Satanás tiene dominio de este mundo, se revelo por envidia, te quiere ver en pecado, separado de Dios, te quiere ver muerto y por esa razón te tiene esclavizado, secuestrado.
Si Dios los creó perfecto y Satanás está controlando al mundo, esclavizando y secuestrando, que hizo, ¿está haciendo o va a hacer Dios al respecto?
Dios nos ama tanto y tanto que envió a su hijo a ser uno como nosotros. Dios nos ama tanto que envió a su hijo a pelear la pelea que nosotros no pudimos pelear. Dios envió a Jesús al mundo para salvarnos, para rescatarnos, para pagar el precio de nuestro secuestro. Si volvemos a pensar en la segunda pregunta; ¿porque el mundo está tan destruido? nos recordamos de que el mundo está así por el pecado, porque somos esclavos al pecado, somos esclavos a los placeres. “Pertenecemos” se puede decir, a un secuestrador. Estamos en una jaula, en una cárcel, estamos presos por un secuestrador que es Lucifer/Satanás. Entonces Jesús vino al mundo para pelear por nosotros, para rescatarnos, para abrir la puerta de la cárcel, para quitarnos las esposas, para quitarnos las sogas que nos amarran. Para eso vino al mundo y por eso vino en forma de hombre. Vino en forma de hombre para demostrar que sí se puede, para demostrar que el pecado no puede contra él, para demostrar que la muerte no puede contra él. Una de la herramienta más grande que tenía Satanás o que usa Satanás es la muerte. Satanás en sí es símbolo de muerte, pero sin embargo Dios vino a rescatarnos a demostrar que él es el símbolo de la vida, que la muerte no puede contra nosotros. Que la muerte no puede contra los hijos de Dios. Jesús vino al mundo, se hizo hombre, fue tentado por Satanás, pero Jesús no cayó en la tentación, demostrando que él tiene el poder de liberación, que no está esclavizado al pecado nunca pecó. De igual manera murió en la cruz, pero la Cruz fue el instrumento que Jesús uso para pelear por nosotros. En la cruz Jesús demostró que la muerte no lo podía vencer, demostró que el es la vida y que las fuerzas del secuestrador no tienen potestad, fuerza o dominio sobre él. La resurrección demostró que Jesús da vida en abundancia, que la vida del pecado, la vida del mal, la vida de Satanás no tiene poder sobre él y que la muerte no es el fin.
Él abrió la puerta de la cárcel, abrió la puerta de la jaula y nos quitó las esposas, las sogas, para que les sigamos, para que salgamos de esa opresión, para que salgamos de esa esclavitud, él nos rescató. Si volvemos a pensar y analizar lo que es un secuestro, el secuestro es contra tu voluntad. Podemos decir que nosotros fuimos secuestrados desde el nacimiento. No fue por voluntad propia, sino que desde el principio por el pecado original ya caímos en este secuestro. Jesús vino al mundo para liberarnos del secuestro, para darnos la opción. Pero entonces si Dios vino al mundo y ganó la guerra, nos liberó, nos rescató. ¿Por qué todavía estoy batallando con el pecado? ¿si Dios vino al mundo y ganó la guerra, por qué el mundo todavía está cómo está? La razón por la cual el mundo continúa estando como está, aunque Jesús ya vino y venció es porque siempre vamos a tener el libre albedrío, siempre vamos a tener la oportunidad de escoger, siempre vamos a tener la opción de aceptar el rescate, de salir de la cárcel, de salir de la jaula. Dios no nos obliga, el peleo por nosotros y venció, pero nos da la opción de seguir atrapados o de salir. Dios vino nos rescató, nos liberó, pero queda en nosotros seguirlo. Él abrió la puerta de la jaula y salió para que lo sigamos, la puerta está abierta, no tenemos esposas, no tenemos sogas, no estamos amarrados, podemos salir y seguirlo.
Ya el pago nuestra recompensa – Romanos 6:6
6 Sabemos esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con Cristo, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido[a], a fin de que ya no seamos esclavos del pecado;
Lo que sucede es que muchas veces, no queremos salir, por miedo, porque no conocemos lo que hay afuera de la cárcel, por costumbre, porque no nos acordamos de lo que es la vida fuera de la cárcel. Lo que conocemos es la esclavitud, ahí nos sentimos cómodos, ahí nos queremos quedar. Es como el pueblo de Israel, después que salió de Egipto querían volver a Egipto, volver a la esclavitud, de igual manera nosotros, Dios nos rescató nos cruzó el mar Rojo y nosotros queremos regresar.
Qué hizo Dios, ¿qué está haciendo Dios, ¿qué va a hacer Dios para nosotros? Dios envió a su hijo a morir por nosotros. Su hijo Jesús, nos rescató. Nos dejó al Espíritu Santo el cual está con nosotros, está en nosotros porque somos templo del Espíritu Santo. El Espíritu Santo es el que nos mantiene fuera de la esclavitud, nos mantiene la puerta abierta para que sigamos el camino de Dios. Dios va a regresar en su segunda venida y la segunda venida va a ser el final de todo y ahí es donde vamos a ver la victoria final. Tenemos nuestras batallas internas y batallas personales. Todas esas batallas al final ya se acabarán con la segunda venida. ¿Que hizo Dios? envió a su hijo a rescatarnos. ¿Qué está haciendo? nos dejó al Espíritu Santo para poder ayudarnos. ¿Qué va a hacer? va a venir a la segunda venida para que vivamos la vida eterna. Esa es la tercera pregunta del kerigma, eso es lo que tenemos que pensar o realmente analizar y eso nos lleva a la cuarta pregunta.
¿Qué vas a hacer tu? ¿Cuál es tu respuesta a lo que Dios hizo, está haciendo y hará por ti?
La cuarta pregunta se puede considerar la pregunta más importante. Cual será tu respuesta, seguirás en la cárcel, en la jaula, ¿esclavizado o saldrás y seguirás a Jesús?
Es una pregunta que tenemos que hacernos diariamente. Es una pregunta que tenemos que hacernos cada instante en nuestra vida. ¿Estoy yo siguiendo el camino de Dio, estoy buscando las cosas de Dios, estoy siguiéndolo ya que abrió la puerta, estoy yo siguiéndolo ya que no soy esclavo? Te invito a reflexionar sobre eso y piensa siempre en esas cuatro preguntas, cuando vayas a evangelizar, cuando vayas a compartir tu fe. Eso es lo que creemos, que Dios nos creó por amor, porque nos ama y quiere que lo amemos y a nuestros prójimos, creemos que todo lo creo perfecto y en armonía. Y que de todas las criaturas del mundo nos creó a nosotros a su imagen y semejanza. Creemos que el mundo está como está, doliente, sufriente, por el pecado, por el pecado original por Satanás, su rebelión y por el odio que nos tiene. Creemos que Dios envió a su hijo a salvarnos, a rescatarnos y liberarnos. Creemos que tenemos el Espíritu Santo el cual nos va a guiar en esta vida. Creemos que viene una segunda venida de Dios que Jesús viene ya para terminar con todo y darnos la vida eterna. Y creemos que tenemos una pregunta que responder. ¿Dios te pregunta hoy día qué vas a hacer? ¿Qué vas a responder?
Jesús conquisto, venció – Juan 12:31
31 Ya está aquí[a] el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.