Oración de San Francisco DeAsís
Oh, Señor, hazme un instrumento de Tu Paz.
Donde hay odio, que lleve yo el Amor.
Donde haya ofensa, que lleve yo el Perdón.
Donde haya discordia, que lleve yo la Unión.
Donde haya duda, que lleve yo la Fe.
Donde haya error, que lleve yo la Verdad.
Donde haya desesperación, que lleve yo la Alegría.
Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz.
Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar; ser comprendido, sino comprender; ser amado, como amar.
Porque es: Dando, que se recibe; Perdonando, que se es perdonado; Muriendo, que se resucita a la Vida Eterna.
Reflexión:
La oración de San Francisco de Asís es una oración muy popular, tan popular que se formó alabanza y se usa como canto litúrgico. ¿Pero si tomas un tiempo para reflexionar en la oración, que te dice? ¿Qué piensas o sientes cuando la contemplas o la recitas?
¿Eres un verdadero instrumento de la paz de Dios?
¿Buscas ser luz en la tiniebla?
La forma principal de poder actuar en la oración o de poder actuar como la oración pide es Amando. El Amor verdadero nos exige que amemos a los demás primero, que nos sacrifiquemos a el punto de buscar consolar, buscar ayudar, buscar comprender antes de ser consolado, ayudado o comprendido. Pero el amor verdadero es difícil, es tan difícil que pocos lo logran o pocos quieren amar de esa forma. Pero que hermoso que tenemos un ejemplo del amor verdadero, Cristo se encarnó para enseñarnos el amor verdadero, siendo Dios se volvió hombre para ayudarnos y ponernos a nosotros primero, sacrifico su vida por nosotros.
No podemos Amar con el Amor verdaderos solos, pero que bueno que Cristo nos enseñó el camino, y nos prometió siempre estar con nosotros si lo deseamos y se lo permitimos. Que esta oración nos ayude a reflexionar en lo que debemos anhelar ser, verdaderos hijos de Dios, verdaderos cristianos.