(Según el libro: Necesitamos de tus Carismas, de tu Amor; te Necesitamos a TI)
Para entender el papel de los carismas en nuestras vidas es importante indagar un poco más sobre los carismas. En el mundo escuchamos mucho de personas carismáticas. Personas llenas de carismas o nos referimos a personas que atraen o llaman la atención como personas con ciertos carismas. Si buscas en el diccionario la palabra carisma tiene la definición de una cualidad o don natural que tienen las personas que llama la atención o atrae a los demás. Como dice esta definición a veces nos referimos a una persona simpática o una persona agradable como una persona carismática, pero me gustaría definir carismas con un poco más de sustancia. En términos cristianos un carisma es mucho más que un don natural que atrae.
Un carisma es un don espiritual, un regalo de Dios, que nos da habilidades especiales por medio del Espíritu Santo. Un carisma da energía, da alegría, da un sentido de pertenencia al cuerpo de Jesús. Los dones del espíritu o carisma se pueden considerar habilidades únicas que Dios le otorga a un miembro del cuerpo de Cristo para edificar, bendecir, ayudar al cuerpo y a la vez glorificando a Dios.
El catecismo de la iglesia en el numeral 2003 lo describe de esta forma:
CIC 2003 La gracia es, ante todo y principalmente, el don del Espíritu que nos justifica y nos santifica. Pero la gracia comprende también los dones que el Espíritu Santo nos concede para asociarnos a su obra, para hacernos capaces de colaborar en la salvación de los otros y en el crecimiento del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. Estas son las gracias sacramentales, dones propios de los distintos sacramentos. Son además las gracias especiales, llamadas también carismas, según el término griego empleado por san Pablo, y que significa favor, don gratuito, beneficio (cf LG 12). Cualquiera que sea su carácter, a veces extraordinario, como el don de milagros o de lenguas, los carismas están ordenados a la gracia santificante y tienen por fin el bien común de la Iglesia. Están al servicio de la caridad, que edifica la Iglesia (cf 1 Co 12).
Aquí nos dice que las gracias especiales del Espíritu Santo la llamamos carismas, que son dones gratuitos de Dios con el fin del bien común de la iglesia.
Características de los carismas
En el principio de mi jornada a conocer mi propósito, mi lugar en el cuerpo de Cristo y de conocer más sobre los carismas me hice muchas preguntas. Una de las preguntas que más me causaba curiosidad era: ¿cuál es la diferencia de los dones naturales y los dones espirituales como los carismas? En el proceso encontré varias formas de verlo o explicarlo que me ayudaron y te las comparto por si te haces la misma pregunta.
Una forma de verlo es que los dones naturales se reciben al nacer, por lo que son naturales y los dones espirituales se reciben al nacer espiritualmente. En otras palabras, los dones espirituales lo recibimos cuando recibimos el Espíritu Santo en el bautismo. Otra forma de pensarlo es que un carisma siempre está profundamente conectado con nuestra fe. De esta manera, difiere de una habilidad natural o aprendida. Un carisma, ejercitada correctamente, atrae a otras personas a Dios. Se debe ejercer un carisma en el contexto del discipulado general del cristiano en sumisión a Jesucristo y su Iglesia.
No quiere decir que si tienes una habilidad natural o un conocimiento no lo puedes usar para el bienestar de la iglesia o del cuerpo de Cristo, al contrario. Las habilidades son conocimientos. Son todas esas cosas que sabemos hacer. Nuestras habilidades se pueden utilizar para trabajar con nuestros dones o carismas y corazones espirituales. Por ejemplo, puedes tener el don de animar y una debilidad o te identificas con aquellos que no pueden llegar a la iglesia por alguna razón u otra. Quizás combinas ese regalo con tus habilidades de informática. Puedes usar la combinación de tu regalo (don de animar), tu corazón (identificación o debilidad por los que no pueden llegar a la iglesia) y tu capacidad (conocimiento de informática) para enviar una tarjeta de felicitación y personalizada justo cuando el Espíritu de Dios te indique que lo hagas a las personas que no pueden asistir a la iglesia. Es un ejemplo sencillo de como nuestros carismas, habilidades y nuestras identificaciones pueden trabajar juntas.
Los carismas difieren de los talentos naturales en varias formas importantes. Los carismas no son heredados de nuestros padres; porque nos los da el Espíritu Santo, a quien recibimos a través del Bautismo y la Confirmación. Los carismas son sobrenaturalmente poderosos. En otras palabras, nos permiten tener una efectividad que supera nuestras habilidades humanas naturales. también podríamos usar un talento natural para algo malo o para nuestro propio bienestar. Dios no se dejará usar para el mal, y los carismas siempre son para el beneficio de los demás, en lugar de para nuestro propio beneficio.
Otra pregunta que me hacía mucha era sobre la diferencia de los dones espirituales conocidos como sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios, comparados con los carismas.
CIC 1831 Los siete dones del Espíritu Santo son: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Pertenecen en plenitud a Cristo, Hijo de David (cf Is 11, 1-2). Completan y llevan a su perfección las virtudes de quienes los reciben. Hacen a los fieles dóciles para obedecer con prontitud a las inspiraciones divinas.
La mejor forma que puedo explicar cómo entiendo la diferencia es que los dones del espíritu santo son regalos de Dios para ayudarnos en lo personal a perseverar. Para ayudarnos a crecer en virtudes y seguir en armonía y gracia con Dios. En cambio, los regalos espirituales conocidos como carismas son para el beneficio del cuerpo de Cristo. Los carismas son para nosotros darlos o entregarlos, mientras los dones espirituales son para ayudarnos en lo personal, para quedarnos con ellos. Los dones espirituales nos ayudan a crecer en nuestra relación con Dios para poder fundamentar los carismas, porque no podemos dar lo que no tenemos. En otras palabras, los siete dones del Espíritu Santo son parte de nuestra transformación personal a parecernos más a Cristo y así poder usar los carismas más efectivamente. Los carismas en cambio serian la forma por la cual hacemos el trabajo de Jesús en la Tierra y son para el beneficio de la iglesia.
Recuerda siempre de Amar como Dios Ama
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Los Carismas: Serie Completa
Los Carismas: Introducción (Parte I)
Los Carismas: ¿Cuáles Son Los Carismas? (Parte II)