Hace muchos años, estaba en una conversación con un amigo sobre la fe, él no era creyente y me estaba explicando por qué no creía. Dijo que sentía que la Biblia era muy contradictoria y por eso no creía. Continuó mencionando que una de esas contradicciones es cómo en el libro de Isaías dice que una Virgen concebirá un hijo y le pondrán por nombre Emmanuel, sin embargo, el hijo que nació, que creemos que es el salvador, se llamó Jesús, no Emmanuel. Me llamó la atención la declaración porque personalmente no sabía por qué Jesús no se llamaba Emmanuel, así que le dije que no estaba seguro pero que le averiguaría, el problema es que nunca lo hice.
Isaías 7:10-14
En aquellos tiempos, el Señor le habló a Ajaz diciendo: “Pide al Señor, tu Dios, una señal de abajo, en lo profundo o de arriba, en lo alto”. Contestó Ajaz: “No la pediré. No tentaré al Señor”.
Entonces dijo Isaías: “Oye, pues, casa de David: ¿No satisfechos con cansar a los hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues bien, el Señor mismo les dará por eso una señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros”.
Mateo 1:18-24
Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: “José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa.
Uno de los muchos problemas que tenemos con las traducciones es que no podemos simplemente traducir oraciones palabra por palabra, ya que no tendrían ningún sentido. Al traducir, debemos tener en cuenta las palabras, la estructura de la oración, la cultura, la intención del autor, solo por nombrar algunos. Por esta razón, es tan difícil traducir e interpretar la Biblia. Pensemos en nuestra traducción al español, nuestro Antiguo Testamento fue traducido del hebreo y el Nuevo Testamento probablemente fue traducido del griego, es por eso por lo que tenemos tantas versiones diferentes, cada una de las cuales intenta acercarse lo más posible al mensaje original.
Volvemos a la pregunta de mi amigo de Emmanuel y Jesús; ¿Hubo una mala traducción del nombre Emmanuel a Jesús? ¿No transmitieron los profetas el nombre correctamente? ¿El ángel del Señor confundió los nombres en el sueño de José? ¿Fue solo un sueño que realmente no pretendía ser el nombre real? ¿O tal vez José malinterpretó el sueño y se equivocó por completo en el nombre?
Emmanuel y Jesús son ambos el nombre de nuestro Mesías, de nuestro Señor. Emmanuel no estaba destinado a ser el nombre escrito legal de nuestro Señor, representa lo que nuestro Señor es… Dios con nosotros. Jesús estaba destinado a ser el nombre legal de nuestro Señor, representar lo que hace y hará… Él salva. El profeta Isaías declara… le pondrán por nombre Emmanuel, otras traducciones dicen… le llamarán Emmanuel, y otros… llamarán su nombre Emmanuel. El mismo profeta más adelante también declara que el Señor será llamado… Admirable consejero, Dios fuerte, padre eterno, príncipe de paz, pero no discutimos esos títulos como nombres.
Isaías 9:6
Porque un Niño nos ha nacido, un Hijo nos ha sido dado,
Y la soberanía[a] reposará[b] sobre Sus hombros.
Y se llamará Su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso,
Padre Eterno, Príncipe de Paz.
En la carta a los Romanos San Pablo afirma que fue llamado a ser apóstol… que estamos llamados a ser de Jesús y llamados a ser santos. Cuando llamamos a alguien cristiano, cuando llamamos a alguien santo, cuando llamamos a alguien apóstol, le estamos dando un nombre, aunque no un nombre legal, estamos describiendo un atributo, misión o propósito para esa persona.
Romanos 1:1-7
Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol[a], apartado para el evangelio de Dios, que Él ya había prometido por medio de Sus profetas en las Sagradas Escrituras. Es el mensaje acerca de Su Hijo, que nació de la descendencia[b] de David según la carne, y que fue declarado Hijo de Dios con un acto de poder, conforme al Espíritu[c] de santidad, por[d] la resurrección de entre los muertos: nuestro Señor Jesucristo.
Es por medio de Él que hemos recibido la gracia y el apostolado para promover la obediencia a la fe entre todos los gentiles, por amor a Su nombre; entre los cuales están también ustedes, llamados de Jesucristo. A todos los amados de Dios que están en Roma, llamados a ser santos: Gracia y paz a ustedes de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Emmanuel es uno de esos nombres que representan la naturaleza de nuestro Señor, él es Dios con nosotros. Nuestro Señor nos ama tanto, que se humilló a sí mismo para compartir nuestra humanidad. Se hizo uno de nosotros para poder estar con nosotros. Jesús fue un hombre que caminó por las calles de Jerusalén hace más de dos mil años, sin embargo, es Dios con nosotros hoy, PERO ¿CÓMO?
Piensa en cómo nuestro Señor se ha convertido en Emmanuel en tu vida.
- Tal vez hayas pasado por un momento o una situación realmente difícil y puedes mirar atrás y ver que no estabas solo. Puedes experimentar a Dios con nosotros, en tus seres queridos, en tu cónyuge, en tus hijos, en tus padres, en tus parientes.
- Tal vez experimentes a Dios con nosotros, en tus amigos, en tus relaciones, en tus vecinos, en tu comunidad.
- Pero tal vez no, tal vez te sientes solo, abandonado, ignorado, rodeado de gente, pero solo… ÉL QUIERE SER TU EMMANUEL
Tal vez encuentres a Emmanuel…
- En una sonrisa amable, en una palabra, de aliento, en un abrazo oportuno, en un toque sanador.
- Cuando le hables, cuando lo busques.
Dios está con nosotros, siempre, es el gran Emmanuel, pero está especialmente con nosotros en la Eucaristía.
Jesús era un hombre que caminaba por las calles de Jerusalén hace más de dos mil años y físicamente solo podía estar con unos pocos. Pero por su resurrección nos dio la Eucaristía. En la Eucaristía une todos sus títulos, sus funciones, su naturaleza. En la Eucaristía, el admirable consejero, Dios fuerte, padre eterno, príncipe de paz, rey de gloria, hijo del altísimo, hijo de Dios, salvador, encontró la forma para ser el gran Emmanuel. En la Eucaristía Dios encontró una manera de estar siempre con nosotros, de estar con nosotros, física y espiritualmente.
Entonces, ¿es nuestro Señor Emmanuel O Jesús? Ambos…
Cuando Jesús dijo, estaré con ustedes hasta el fin de los tiempos, prometía ser Emmanuel y su método primordial para lograrlo es la Eucaristía. RECUERDA que Dios siempre está con nosotros… la pregunta es ¿ESTÁS TU CON ÉL?
Bendiciones