Por: El Grupo Alfareros
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Hazme un corazón de barro,
rompe el corazón de piedra,
dale las vueltas que sean,
pero hazlo a tu manera.
Dame un corazón sencillo,
hazme un corazón como el tuyo,
usa la forma que quieras,
pero hazlo igualito que el tuyo.
Como quieras Señor,
¿cómo quieres que sea?
Dale la forma Jesús,
hazlo a tu manera.
Que tenga tu paciencia, tu amor,
que tenga tu voluntad,
que tenga tu libertad, que reine esa paz con Dios,
que tenga lo que me falta, que sobre lo que no tengo,
hazme un corazón de barro, es todo lo que yo quiero.
Que tenga tu sencillez siempre tan llena de luz,
perdonar como perdonas, mira qué bien lo haces tú,
hazme un corazón de niño un corazón limpio y puro,
dale las vueltas con tus manos
y hazme un corazón como el tuyo.
Reflexión
¿Cómo es nuestro corazón, es un corazón de piedra o de carne?
¿Es posible tener un corazón de carne? ¿Qué tal de barro?
Un corazón de barro es un corazón que se deje moldear de Dios, es un corazón en las manos del creador. Al pedir un corazón de barro estamos pidiendo un corazón como el de Dios, como Dios lo diseño. Pero al pedir un corazón moldeado o un corazón de barro, estamos diciendo que vamos a ponerlo en las manos de Dios, esto implica que nos vamos a entregar por completo a él. Que lo vamos a dejar a el que haga según su voluntad. Que vamos a dejar nuestro parecer para tomar el corazón de Dios. Un corazón limpio, puro, un corazón de amor.
¿La pregunta es, estoy yo dispuesto hoy a entregar mi corazón, mi todo en las manos de Dios, para que el haga con mi vida lo que él quiera?
