Esperanza – Page 59 – Ama Como Dios Ama

Unas de las palabras más comunes en la vida de un cristiano es la palabra pecado, y la hemos escuchado o leído tanto que muchas veces la no la tomamos en cuenta. La palabra llega a perder significado con nosotros, es como si nos acostumbráramos a escucharla y perdiera el valor. Pero si nos detuviéramos un segundo y pensáramos la magnitud de lo que es un pecado quizás pensaríamos diferente. Si nos ponemos a pensar por un segundo que los pecados son tan importantes para Dios, que nuestro señor Jesús vino a la tierra a morir por los pecados. Hagamos un pare, piensa en esa oración, Jesús vino al mundo para MORIR por nuestros PECADOS. En otras palabras, él se sacrificó por pecados, entonces si lo ponemos de esa forma, los pecados no pueden ser insignificantes, los pecados deberían dolernos siempre, los pecados no deberían perder valor en nuestra vida, porque cada vez que vemos una cruz estamos viendo lo que Cristo hizo por los pecados. ¿Ahora hay diferentes creencias en cuanto a el pecado, y traigo esto a relucir porque en el trabajo una gran amiga me pregunto por qué los católicos dicen que hay pecados mortales y pecados no mortales (veniales)? ¿Me pregunto por qué en la fe protestante creen en una sola clase de pecado, porque después de todo, no son todos los pecados malos? ¿Acaso no murió Cristo por todos los pecados? Las preguntas me hicieron pensar y contemplar que muchas personas incluyendo católicos se hacen las mismas preguntas y me gustaría tratar de aclarar un poco por que los católicos creemos en la diferencia de pecado mortal y venial. Para comenzar si es cierto que todo pecado, por grande o pequeño que fuera es un pecado y es una agresión en los ojos de Dios. Cristo vino al mundo y murió por TODOS nuestros pecados, y por esa razón todo pecado es malo. ¿Entonces por qué la diferencia? En nuestra fe católica nosotros podemos describir nuestra fe, nuestro caminar y nuestro propósito principal en una palabra RELACION. Nuestra fe, caminar y propósito está basado en una relación con Dios y una relación con nuestro prójimo. Nuestro propósito es que esa relación con Dios y con el prójimo crezca y se fortalezca, el pecado es simplemente una agresión o una falta a esa relación o relaciones. Pero no toda agresión tiene el mismo propósito o resultado en la relación. La iglesia católica muestra la diferencia entre una agresión grave a la relación como un pecado mortal y una agresión menos grave como un pecado venial. Pecado mortal porque es una agresión que causa ruptura a la relación y pecado venial porque no causa ruptura en sí mismo, pero causa daño a la relación. Un pecado mortal causa ruptura completa entre tu relación y la relación con Dios o con tu prójimo, en cambio un pecado venial hiere la relación con Dios y con el prójimo. Si lo vemos de esta forma, todo pecado (mortal o venial) es malo porque hiere o rompe la relación. Si la meta, si el propósito, si nuestra fe está basada en fortalecer esas relaciones al pecar estamos faltando a ese propósito, a esas relaciones a nuestra fe. Quizás pienses que la iglesia se inventó la diferencia de pecados por alguna razón u otra. O quizás digas como muchos de mis hermanos protestantes, si no está en la Biblia es una invención, o si no está en la Biblia no se puede creer. ¿Esas frases en si nos dirigiesen a otro tema y me quiero concentrar en el tema del pecado en este pequeño artículo, así es que volvamos al tema, donde puedo yo ver la diferencia de los pecados mencionados fuera de un documento de la Iglesia Católica? Te quiero referir a la Biblia, si vemos en 1 Juan 5:16-17 podemos ver lo siguiente: Si alguien ve a su hermano cometiendo un pecado[a] que no lleva a la muerte, pedirá, y por él Dios dará vida a los que cometen pecado que no lleva a la muerte[b]. Hay un pecado que lleva a la muerte[c]; yo no digo que se deba pedir por ése. 17 Toda injusticia es pecado, pero hay pecado que no lleva a la muerte[d]. Yo encuentro que esta cita bíblica es muy clara, nos dice que el hermano está cometiendo un pecado que lleva a la muerte. Dice que hay un pecado que lleva a la muerte y hay otro pecado que no lleva a la muerte. Esta diferencia es lo que la Iglesia Católica considera pecado mortal (lleva a la muerte) y pecado venial (no lleva a la muerte). ¿Si nos ponemos a pensar en esto, y recordando que tenemos un Dios justo, ¿un Dios recto, no sería lógico que en toda su justicia se reconoce la diferencia entre gravedades de pecados? ¿Si para nuestras mentes que son limitadas se nos hace fácil ver la diferencia entre mentir a el jefe en el trabajo y decir que llegue tarde porque había mucho tráfico cuando en realidad me quede dormido, o que yo en toda mi capacidad mental, mate a 1000 personas sangrientamente porque tienen un color distinto de piel, como no podemos pensar que un Dios justo reconocerá la diferencia de la gravedad en los dos casos? Repito, todo pecado es malo, todo pecado afecta la relación de nosotros con Dios y con nuestro prójimo, por eso tenemos que evitar el pecado siempre, Cristo Jesús entrego su vida por nuestros pecados, los pecados tienen valor, los pecados destruyen nuestras relaciones, no podemos tomar los pecados levemente. Pero qué bueno que nuestro Dios es justo, es recto, es bueno y es MISERICORDIOSO. En su gran misericordia él nos perdona, en su gran misericordia él nos da la oportunidad de reconstruir las relaciones heridas, de reconstruir puentes donde las relaciones fueron quebradas, de ser perdonados. El sacramento de la reconciliación es eso, la oportunidad de reconciliarnos con Dios y con nuestros prójimos. ¡Gracias señor por tu amor, gracias por tu bondad, gracias por tu misericordia y tu perdón!